La ley de la atracción universal, conocida popularmente como ‘El Secreto’ (basado en el libro y documental homónimo, publicado por Rhonda Byrne) ha sido un fenómeno internacional por otorgarle a sus creyentes y practicantes el principio metafísico que los llevaría a la realización de sus deseos. La ley de la atracción, que, a su vez, es una ley inexorable de la naturaleza, implica el uso del poder del pensamiento y de la mente para atraer lo que deseamos. Su precisión es exacta, es impersonal e imparcial, tanto como la ley de la gravedad. Según Byrne, las experiencias que hemos acontecido las hemos atraído. Podemos escoger lo que deseamos que sea materializado y convertido en una realidad. Los acontecimientos son invocados continuamente con nuestro pensamiento.
¿Cómo funciona la ley de la atracción?
Por muy complejo que sea de llevar a la práctica el principio de la ley de la atracción, en teoría, posee simplicidad. Las personas obtienen lo que creen. Las implicaciones son tanto esperanzadoras como aterradoras. La razón es evidente, mientras vivimos, hemos obtenido lo que hemos pedido en el pasado, mientras que obtenemos en el futuro lo que pedimos en el presente. En el momento que las personas se vuelven responsables de sus pensamientos comienzan a gestar su futuro. Bien lo decía Ford: ‘Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no, tienes razón’. Esto no quiere decir que todas las personas sean hechiceros o magos, sino más bien, como parte de una ley natural, con un pensamiento bien enfocado se puede atraer a la vida lo deseado.

La mente inconsciente es la parte de nuestra mente donde se albergan los miedos, principios, esperanzas, educación y valores. La similitud entre la mente -en sus términos generales- es como un gran iceberg, donde solo se muestra superficialmente un pequeño porcentaje de su volumen total. La mente consciente es únicamente una pequeña parte. La ley de la atracción se activa por la inconsciente, donde está nuestra programación, la causa de nuestros pensamientos.
¿Cómo usar la ley de la atracción para mi beneficio?
En primer lugar, debe tenerse claro lo deseado. Piensa en positivo y focalízate en lo que realmente buscas. Si deseas curarte de una enfermedad, no pienses en ella, sino en la salud. La mente inconsciente da por hecho cualquier pensamiento que se introduzca. No comprende la negación.
Debe decretar en tiempo presente, como si lo deseado ya estuviese en tu poder. Si deseas conseguir un ascenso en el trabajo, el secreto debe ser: ‘tengo un mejor puesto que el anterior’. La mente inconsciente no diferencia el tiempo, por lo que, si tenemos un pensamiento orientado al futuro, jamás se materializará.
Visualiza lo deseado. Similar a si estuviésemos soñando, el inconsciente no distingue entre la imaginación y la experiencia real. El inconsciente supone todo como real. Si deseamos algo, tenemos que visualizarlo, de forma que la mente tenga material para convertirlo en experiencia real.
Añadir emoción. Dentro del proceso de visualización tenemos que añadir el estado emocional que nos incentive a creer que hemos conseguido lo deseado. Nuestra mente comienza a vibrar en la sintonía adecuada, ubicando nuestro pensamiento futuro en el presente. Es la única manera de hackear el inconsciente para liberar el potencial creador.
El paso más relevante consiste en dejar ir. También es, precisamente, donde la mayoría falla. Una vez que se ha tenido claro lo deseado, estipulado en tiempo presente, visualizado nítidamente y añadido emoción, debemos soltarlo y no pensar en ello, ya que hemos creado una bola de nieve que debe ser empujada para que continúe su curso. Nuestra labor consiste solamente en saber qué deseamos e incentivar las condiciones para que exista.