El ayuno de agua es una abstinencia que ha ganado popular en los últimos tiempos, en la que solo se consume agua, sin ingestión calorífica a lo largo de un período determinado.
Es un género de ayuno que con frecuencia es obligatorio ya antes de efectuar ciertas pruebas (análisis de sangre, perfil lipídico (lipidograma), endoscopia, control glucémico (glucemia en ayunas), administración de ciertos géneros de anestesia y Cirugía.
La teoría tras esta privación de calorías es inducir al cuerpo a redefinir o bien revitalizar algunos procesos y funciones, lo que ayuda en el control y tratamiento de condiciones concretas.

Además de esto, esta reducción extrema de calorías (hasta 0 calorías) genera efectos rapidísimos sobre el peso y el metabolismo.
El ayuno de agua es un enfoque bastante discutido por muchas razones de salud, en tanto que ciertos especialistas mantienen que el cuerpo es una máquina prácticamente perfecta que no requiere «reiniciar».
La carencia de nutrientes a lo largo de múltiples días sucesivos asimismo puede ser potencialmente peligrosa y tener muchos efectos secundarios para la salud.
El ayuno de agua se ha transformado en una práctica usada en múltiples unas partes del planeta para muchos fines.
Puesto que la tendencia va en incremento, es bueno saber qué hacer, cuál es el modo perfecto más seguro y qué métodos emplear para conseguir los mejores efectos sin dañar a su salud.
Beneficios del ayuno de agua para la salud
Los efectos terapéuticos en el cuerpo son enormes, puesto que ofrecen un sinfín de beneficios para la salud.
El ayuno del agua contribuye a el perder peso, a la reducción de la presión arterial, a la reducción del proceso de envejecimiento y a la regulación de la insulina, entre otros muchos factores:

Aumenta la sensibilidad a la insulina, en tanto que hay menos variación de los niveles de azúcar en sangre.
Mejora la reparación, restauración y sanación del cuerpo debido a la minoración de la inflamación.
Reduce los niveles de agobio, reduce la presión sanguínea y remoza el cuerpo.
Aumenta la inmunidad debido a la mejor resistencia celular.
Deja reducir la proliferación de células cancerígenas.
Retrasa el envejecimiento y la decadencia cognitiva.
Reduce el peligro de enfermedad cardíaca.
Soluciona inconvenientes digestibles como gastritis, síndrome del intestino irritable, estreñimiento, diarrea, gases, dispepsia y pérdida de hambre.
Además de esto, asimismo es una ocasión de introspección sensible y espiritual.