Por más inverosímil que pueda resultar. El viaje al futuro, teóricamente, es posible, ha sido probado en más de una ocasión. Implica técnica y dinero.
‘La parábola de los gemelos’ es el ejemplo más preciso usado para describir los viajes al futuro. Si dos gemelos se separan y uno de ellos torna en un viaje espacial de años viajando a la velocidad de la luz a medida que su hermano se queda en la Tierra, al regresar, mientras que para él solo habrán transcurrido 5 años, para su gemelo habrán sido décadas. Lo más probable es que éste último tenga 65 años y tenga hijos y nietos.
El gemelo que viajó al espacio se movió en dirección futura a raíz de la velocidad en la que iba. El paso del tiempo está anclado a la velocidad en la que un cuerpo su mueva. Esto ha sido probado perfectamente con los relojes atómicos.
¿De dónde nació la percepción de viaje al futuro?
Albert Einstein formuló y desarrolló la teoría de la relatividad especial con la cual se ha dado base a la ‘parábola de los gemelos’. Esta teoría plantea que ‘el tiempo y el espacio vienen a raíz de la misma cosa: el tiempo espacial. Se calcula que existe un límite de velocidad de 300mil km por segundo para cualquier cosa que viaje en el tiempo espacial. La luz siempre viajará al límite de velocidad.

La teoría también ha planteado que, al movernos a través del tiempo espacial, particularmente cuando la velocidad relativa a los objetos es cercana a la velocidad de la luz (como en caso del gemelo que se ha quedado en la tierra). El tiempo pasará de forma lenta para ti en comparativa a las personas que dejaste atrás. Sin embargo, la única forma de presenciar este efecto es al regresar al sitio de partida.
Serguéi Konstantínovich Krikaliov, el cosmonauta ruso, ha sido la prueba viviente de los viajes al futuro son posibles. Pasó 803 días dentro de la estación espacial bajo una medida de tiempo de 27mil km por horas, logró viajar en una fracción de 1.48 segundos al futuro, que ha sido el viaje más largo en toda la humanidad.
¿Son posibles los viajes al pasado?
Por otro lado, los científicos se han desvivido con la posibilidad de viajar al pasado. Hawking, una de las mentes más prodigiosas dentro la cosmología, ha indicado que la carencia de ‘turistas del futuro’ dentro del presente son un fuerte argumento respecto a la existencia de los viajes al pasado.
Hawking planteó que al viajar al pasado se crea un universo paralelo, y no se podría viajar al propio pasado, sino más bien a una copia de éste, pero con la existencia de un turista temporal. Por lo que existirían dos espacios simultáneos. En uno aparecería el turista del tiempo, mientras que en el otro, no.
A pesar de que estos viajes poseen un repertorio de detractores dispuestos a tirar por la borda cualquier posibilidad, las leyes físicas no los desechan en su totalidad. Únicamente no ha sido demostrada su posibilidad.
Kurt Gödel, filósofo y matemático austríaco-estadounidense, demostró que solamente con viajar el futuro podríamos encontrarnos con nuestro pasado. A pesar de percibirse inverosímil, una forma fácil de ver esta propuesta sería el hipotético viaje de recorrer el mundo, que al concluirlo llegaríamos al mismo lugar, y aunque siguiéramos caminando, recorreríamos los lugares que hemos pasado con anterioridad. Por supuesto, para que esto ocurra el universo deberá estar en rotación, y esta premisa aún no ha sido confirmada.