
En comparación con los tiempos pasados, en la actualidad el campo de la cartomancia se ha ido extendiendo cada vez más, puedes acceder a una consulta de la forma tradicional: en persona, pero también lo puedes hacer vía internet o incluso de manera telefónica. Y te ofrecen una amplia variedad de lecturas a través de los distintos tipos de tarot: Marsella, Místico, Gitano, de los Ángeles, de las Hadas y muchos más.
Lo que resulta complicado al momento de pedir una consulta a través de las cartas, no es precisamente la elección del tipo de tarot, o la vía de contacto, sino la elección de la tarotista o vidente. ¿Cómo saber si no te está mintiendo? ¿Cómo saber si es de verdad una persona confiable y que sus lecturas son confiables? Pueden existir otras incógnitas más y esperamos ayudarte a iluminar un poco tu camino al momento de decidir.
Importancia de conocer los rasgos que toda tarotista debe tener
Si eres consultante y es la primera vez que accedes a una consulta en un tarot es importante que puedas reconocer las características que posee la persona que te hace la consulta, pues no cualquiera puede hacer una lectura de cartas precisa y es porque no cumplen con los rasgos necesarios para el oficio.
Teniendo conocimiento de estos rasgos podrás tener una mayor comprensión del desenvolvimiento conductual de las tarotistas auténticas, evitando que te estafen y logrando disfrutar de una lectura satisfactoria y personalizada.
Si eres tarotista, las siguientes descripciones te servirán para evaluar tu propio desempeño dentro del mundo de la cartomancia y verificar si cumples con cada uno de los roles designados, además, te
Los rasgos que toda tarotista debe tener

Toda tarotista que ofrezca un buen servicio siempre se comunica con honestidad y claridad, trata a los consultantes de forma respetuosa, amable y sincera. Es esencial que la tarotista establezca un vínculo de cercanía y buen trato con quien viene a su consulta, porque el trabajo no solo consiste en saber las interpretaciones y significados de cada carta, sino en saber cómo asociar los significados de cada carta con la realidad y esencia de la persona.
También, una buena tarotista tiene un alto grado de empatía con sus clientes y es siempre objetiva, es decir, se encarga de dejar de lado sus opiniones personales con respecto a las lecturas y la vida del consultante, por tanto, siempre proporciona un trato enmarcado en el respeto y la comprensión y se debe asegurar de aclarar todas las dudas que posea el mismo mientras esté dentro de su capacidad.
Además de esto, las tarotistas reales comparten el rasgo de que no te generan miedos irracionales o te alarma con advertencias falsas. Si una tarotista llega a decirte que posees algún hechizo maligno o una maldición y que ella tiene la solución para ese problema que tienes, se trata de una estafa, pues las tarotistas no pueden predecir enfermedades ni catástrofes.
Por otra parte, cuando una tarotista no conoce bien la respuesta a cualquier pregunta que le hagas, no trata de ingeniarse alguna respuesta a pesar de no tener verdadero conocimiento sobre lo que le preguntas. Al contrario, te explica que no sabe la respuesta porque no se dio a través de la lectura.
Finalmente, una tarotista no te dice exactamente cuáles son las decisiones que debes tomar, solo te proporciona una guía y te invita a tomar los caminos que te parezcan más pertinentes en base a la guía que te ha dado.