A través de los estudios del rastro del Big Bang basado en la radiación cósmica del microondas se ha podido determinar que el universo es isótropo (igual en cualquier dirección). Invariablemente a la escala en cual lo mires -siempre y cuando lo tomes en sus mayores proporciones-, el promedio del universo será igual. En caso de que estuviese rotando la velocidad expansiva variaría según la dirección.
Origen y resultado de la investigación sobre la rotación del universo
Interesados en la comprensión de este fenómeno, investigadores del University College London, encabezados por Daniela Sadeeh, ha buscado en los mapas del fondo cósmico de microondas las anisotropías. Luego de considerarlas han fijado los límites más propios hasta la fecha a la dependencia de la expansión cósmica en cuanto a la dirección. Es decir, se ha determinado que el universo tiene una probabilidad de isotropía demasiado elevada.

Estudios anteriores se han basado en modelos de anisotropía que eran representados como una rotación. En la actualidad, los investigadores han hecho un estudio más general donde se incluye cualquier anisotropía imaginable, que en la jerga pudiese ser tipo tensor, vector o escalar, elaborando un genérico. Los parámetros varían en este modelo. Sus mediciones de polarización han sido evaluadas por el satélite Planck, que tiene un nivel de sensibilidad significativo a los modelos aniso trópicos.
¿Qué es el fondo de microondas?
La teoría del big bang nos plantea que el universo inició como una gran explosión donde las partículas fundamentales, el tiempo y el espacio se originaron. Después del Big Bag, el Universo era una sopa de partículas plasmadas (plasma), a raíz de sus altas temperaturas, las partículas de luz (fotones) interactuaban continuamente con el plasma. Por este motivo el universo era opaco. El estado perduró un promedio de 380.000 años.
Al comenzar a expandirse, el universo se enfrió, logrando que los electrones y protones se uniera para formar los átomos que corresponden a la materia neutra actual. Debido que no había carga eléctrica neta, los fotones se propagaron libremente sin necesidad de interactuar con partículas cargadas que forman parte de los sistemas neutros (átomos). La separación entre luz y materia es denominada ‘desacoplamiento’. Los fotones emitidos por el desacoplamiento son los que llegan en forma de microondas, por lo que proceden a denominarse ‘radiación de fondo de microondas’, conocido también como ‘CMB’. La relevancia del CMB se cetra en que corresponde a la luz que ha sido emitida en la etapa temprana del universo a la cual disponemos acceso, debido que antes de desacoplarse el universo era opaco. Es decir, el Fondo de Microondas es la imagen del universo cuando tenía sólo 380mil años de edad. Por supuesto, hacemos referencia de la palabra ‘luz’ genéricamente para referirnos a los fotones de microondas cuya frecuencia es inferior a la luz visible.
El descubrimiento del CMB fue realizado por los astrónomos Robert Wilson y Arno Penzias, quienes se encontraban probando una vieja antena de microondas que antes usaban como receptor satelital, pero tuvieron un inconveniente. La antena detectaba un ruido molesto de fondo en cualquier dirección que interfería con los datos que se deseaba obtener. Se dedicaron a estudiar el origen del ruido para removerlo de sus análisis. Descartaron cada una de las fuentes de este ruido, demostrando que aparecía sin importar donde fuese apuntada la antena, el ruido fue medido por todo el año sin tonar variaciones. Tras ciertos procesos investigativos, llegaron a la revolucionaria conclusión de que el ruido estaba presente en todo el cielo, y no era más que el ‘eco’ del origen del universo.