Mucha gente se pregunta que pasará con los libros que actualmente se venden en papel, y es que el futuro es incierto para ellos. La mayoría del público lector, ya sea por conciencia, cada vez más, se apunta al libro electrónico como digno sucesor de aquellas hojas que nos han acompañado por milenios y que han sido capaces de almacenar hectáreas enteras de espacio y conocimiento, pero que a la vez no han tenido la conciencia ecológica que se tiene en la actualidad.
La propiedad intelectual del autor
Al igual que todo, los libros electrónicos, tienen sus «peros», y es que en la actualidad, nos encontramos con muchas páginas desde las cuales puedes obtener libros para descargar gratis, lo que deja a los autores y creadores de libros ante el abuso de muchas esferas desde las cuales no se les da valor a sus obras. Todo esta circunstancia afecta a los ingresos de los creadores y ello provoca que podamos perder el talento de aquellas personas que ante esta circunstancia no puedan dedicar su arte y su creatividad hacia un sector que no premia su esfuerzo.
Para saber el futuro necesitamos saber el pasado
Si queremos saber la evolución del dispositivo y las nuevas tecnologías en lo que respecta al e-book tenemos que hablar de Ángela Ruiz Robles como la mujer que tuvo la idea de crear un libro electrónico, al final de la década de los 40 en España, esta inventora creo un libro mecánico. Consistía en una especie de maleta que se podía abrir en dos y de esta manera dejaba ver, a través de una serie de bobinas por las que iban enrollados los temas de las diferentes materias, como podía se el inglés, la historia o la filosofía. En la otra parte del libro teníamos una serie de letras y números, que a través de la presión, podías formar palabras o incluso textos. Evidentemente, nada que ver con lo que tenemos en la actualidad y es que tanto móviles como tablets e e-readers contienen en muchas ocasiones el mismo potencial que un ordenador de 2 toneladas de la época.
Con este increible invento adelantado a sus tiempo su inventora quería aligerar la enorme ingente cantidad de libros que llevaban a la escuela los niños, a parte de mejorar sus capacidades con mucho menos esfuerzo. Pero como pasa en muchas ocasiones, la falta de financiación frustro su invento y todo quedó en un prototipo que más adelante un universitario de Illinois culminaría con el proyecto llamado Gutemberg . Con el tiempo Angela Ruiz será recordada como la precursora del libro electrónico que conocemos en la actualidad.
El libro en papel y su futuro
Nadie sabe que pasará con exactitud, pero todo apunta a que los que leen los libros en la actualidad en papel no lo hacen por su comodidad, más bien son como aquellos melancólicos puristas del coche con marchas en contra del automático.
No obstante, todo hay que decirlo, no hay nada, como coger un libro, olerlo y deborarlo sentado en la playa mirando el mar, desde erraticario.com amamos el papel literario, pero en contra respetamos el medioambiente y la deforestación debida al papel impreso ha destrozado miles de hectáreas.