
Las abolladuras en los coches o carros, son aquellas pequeñas hendiduras en la chapa externa, el cual se pueden producir de muy distintas maneras, uno de los más frecuentes son los producidos por otros vehículos, es decir por la apertura de puerta de los vehículos cercanos cuando se encuentran estacionados, así como apoyos suaves, una pedrada o el apoyo de objetos pesados sobre el maletero, el techo o el capo.
Para los dueños de los vehículos una abolladura supone siempre una pérdida del valor del vehículo, y más si lo tenemos que buscar la manera de reparar esa abolladura, pues mayormente debemos acudir taller profesional especializado en carrocería o taller de chapa y puntura, pues siempre es la opción más viable, sin embargo suelen ser muy costosos.
Como sacarle un golpe a un carro con agua caliente
Hoy en día, se han difundido trucos caseros para arreglar las abolladuras de los coches sin acudir a estos profesionales, pero debemos tener en cuenta, que mientras más suave y redondead sean los bordes exteriores de una abolladura se pueden arreglar por medios caseros, pues es más fácil de reparar, al contrario de una abolladura con bordes afilados y doblado.
Sacar abolladuras de este modo además de ahorrar una buena cantidad de dinero, también implica asumir el riesgo de hacerlo, pues se puede producir un daño mayor del que se está arreglando, este sistema es el del agua caliente, pues el plástico y el metal son muy flexible y puede recurrir su posición inicial. Para conseguirlo se prepara varios litros de agua caliente, en su punto de ebullición y se vierte reiteradamente sobre la zona de la abolladura, acto seguido se debe rociar agua congelada en ese mismo punto.
¿Por qué esto es posible?

Este contraste de temperatura hace que el metal se contraiga hasta el punto de que el metal vuelve a su ser. Si no es así, puedes dar unos cuantos golpecitos en la zona dañada para que, aprovechando el efecto que provoca el contraste de temperatura, conseguir que la chapa vuelva a su forma original.
Si no se aprieta con fuerza la pieza en dirección contraria a lo abollado, hasta regresar a su aspecto inicial, todo ello se debe hacer bajo estrictas medidas de seguridad es decir, usar guantes con el fin de evitar quemaduras, el resultado en la mayoría de los casos suelen ser muy buenas, ya que se consigue sacar la abolladura, aunque lógicamente los rasguños permanecen.
Otras personas combinan el agua caliente con un desatacador, tras rociar con el agua caliente el elemento, se succiona la chama, repetidamente con el utensilio hasta alcanzar el excito.
Sin embargo antes de usar cualquier herramienta, vale la pena rociar la superficie de la abolladura como se explicó anteriormente. Pues con un poco de suerte, la chapa se relaja y vuelve a su forma original. Esto también funciona en parachoques de plástico. En cualquier caso el agua caliente siempre proporciona suficiente calor para que la pintura y el material base sean flexibles.
También existen tras técnicas como sacar la abolladura con el uso de un par de secadores de cabello y disolvente, al igual que sistemas más complejos como el hielo seco, el aire comprimido o dióxido de carbono, los cuales también funcionan bien para sacar abolladuras.